Famosos de todo el mundo suelen visitar cada año Punta del Este. Y aunque cada día son más las celebrities que suelen pasear por sus calles y playas, esta tendencia no es nueva. En verdad, lleva décadas. Aquí un repaso somero de algunas de las muchas celebridades que se enamoraron de la península.
Como toda ciudad de alta gama, Punta del Este tiene, desde siempre, una relación muy cercana con las celebrities. Famosos de todo el mundo la han visitado.
Políticos, artistas, actores, actrices, deportistas, intelectuales, miembros de la realeza europea, empresarios, modelos, emprendedores, cineastas: un universo de aquellos que deben aparecer en la foto habitó -y lo sigue haciendo- sus grandes y lujosos hoteles, sus mansiones, sus chacras, sus imponentes departamentos con vista al mar.
Hay una Punta del Este diferente para cada uno de ellos, aunque siempre la ciudad sea la misma.
En estos tiempos de pandemia, cuando muchos -famosos y no famosos- sopesan la posibilidad de radicarse en la ciudad, Punta del Este tiene pergaminos para engalanar su abrumadora historia de visitas que detentan importantes nombre propio. Y esto no ocurre a partir de este siglo.
De hecho, el comienzo de las visitas de este tipo de huéspedes data de mediados del siglo pasado, cuando el viejo y entrañable Hotel San Rafael se levantaba como el atractivo faro de una ciudad que comenzaba a dar sus primeros y firmes pasos hacia el glamour.
Ver: Grupo Cipriani y Hotel San Rafael – Los íconos no mueren
El hotel era el lugar de moda y no hospedarse allí era, básicamente, un deterioro a la imagen de cualquier famoso que se precisara de tal. Junto a la presencia del San Rafael -que se inauguró en 1948-, hubo otro hito que marcó un antes y un después en la visita de las celebrities a la península: el Primer Festival Internacional de Cine de 1951.
A raíz de ese encuentro, llegaron Joan Fontaine, Gerard Philipe, Pedro Armendáriz, Mario Moreno «Cantinflas», John Derek y Silvina Mangano, entre otras personalidades.
Incluso la mítica revista francesa de cine, Cahiers du Cinema, envió un corresponsal. El festival, bajo distintos nombres y con diferentes responsables, también trajo en 1957 a Yul Brinner y a Anita Ekberg, en el 58 a Jeanne Moreau y a Ives Montand. De algún modo, de esta manera comenzaba un peregrinaje a la península de actores, actrices y directores de cine internacionales que continúa hasta el día de hoy.
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Para todos los gustos
Es probable que la profecía hecha por el empresario y ex político español Alejandro Agag esté camino a convertirse en una realidad: «Punta del Este será la nueva Montecarlo».
Pero para llegar a este tramo del recorrido, muchos famosos pasaron por la península. En 1962, en plena Guerra Fría, también en el Hotel San Rafael se realizó el Octavo Encuentro de Ministros de Relaciones Exteriores.
En ese encuentro, los políticos de todo el continente discutieron si expulsaban a Cuba de la OEA. Ernesto «Che» Guevara participó de esas discusiones, representando a Cuba, dando el famoso discurso donde condenaba las políticas de Estados Unidos en contra de la isla.
Desde entonces, los políticos fueron -y siguen siendo- parte de los visitantes famosos de Punta del Este.
En 1989, con motivo de la Semana del Cine Francés y el Homenaje a los 200 años de la Declamatoria Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, François Mitterand, por ese entonces presidente de Francia, y su mujer Danielle visitaron la ciudad.
Otros políticos y mandatarios extranjeros que pasaron semanas, incluso meses en la península fueron los reyes de España Juan Carlos y Sofía, los presidentes de Estados Unidos Richard Nixon y Lyndon B. Johnsson, Juan Adán II, príncipe de Liechtenstein, Pierre Casiraghi -hijo de la princesa Carolina de Mónaco-, el ex Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry y Nelson Rockefeller, entre otros.
Incluso, el padre de Nelson, el magnate David Rockefeller eligió Punta del Este como lugar para pasar una de sus últimas vacaciones, en 2015. Todo esto sin contar los políticos de los países del Cono Sur, como los ex presidentes argentinos Carlos Menem y Mauricio Macri, el actual Vicejefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Diego Santilli, el ex gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey -y su esposa Isabel Macedo- entre tantos otros.
Sin embargo, como ya se dijo, el rubro que siempre destacó fue el de los actores y actrices y no sólo durante los festivales de cine. En los años 80, cuando el cine francés y el italiano reinaban en Suramérica y las realizaciones españolas despertaban después de cuarenta años de franquismo, pasaron por la ciudad Pierre Richard, Lando Buzzanca, Charlotte Gainsbourg, Rafaella Carrá, Ángela Molina, Maribel Verdú, Carmen Maura, Antonio Banderas, entre otros.
En la década del 90 del siglo pasado, uno de los hitos de cada temporada era la fiesta que el 4 de enero realizaba en su casa el magnate brasileño Gilberto Scarpa.
Estos festejos temáticos -Las mil y una noches, Hawai, La noche de los sueños- siempre contaron con celebrities de diferentes partes del mundo.
En su chalet bautizado La Pinduca -900 metros cuadrados cubiertos sobre un total de 5.000 metros cuadrados de terreno- y ubicado en el barrio Beverly Hills, Scarpa recibía junto a su actual ex mujer, Henriqueta, a los invitados para pasar una noche inolvidable.
El estilo Scarpa está muy bien reflejado en el libro ‘La otra cara de las fiestas’, editado por Mar y Sol Ediciones: un sinnúmero de famosos entre los que se recuerda a Catherine Deneuve, Gina Lollobrigida, Patricia Della Giovampaola, Melanie Griffith y su esposo, el ya nombrado Antonio Banderas, miembros de distintas casas reales de Europa, nobles, empresarios -entre ellos, Franco Macri, Eduardo Costantini, Cristiano Ratazzi-, políticos -como el entonces presidente argentino Carlos Menem- y las modelos más encumbradas de las agencias de Pancho Dotto y Ricardo Piñeiro, los dos principales mánager de las top models de aquellos años.
La fiesta de Scarpa se convirtió de inmediato en un clásico de la península que sobrevive en la memoria. Incluso, en 2013, se puso en marcha un proyecto para filmar una serie sobre la vida de Scarpa que, por supuesto, incluía sus fastuosas fiestas. Si bien por ahora esta iniciativa quedó en stand by, no se descarta que en un futuro próximo se lleve adelante.
En los últimos años, sin embargo, los que dicen presente durante la temporada de verano son anglo parlantes: Keanu Reeves, Willie Garson, -el multifacético actor conocido sobre todo por su papel de Stanford Blatch, el amigo gay de Carrie Bradshaw, en la serie Sex & the City-, el escocés Gerard Butler, el estadounidense Marlon Wayans, Christopher Lambert -que ya es un habitué de la ciudad- y el canadiense Alexander Ludwig -quien interpreta a Bjorn Lothbrok en la serie Vikingos y suele visitar José Ignacio desde 2016-, son sólo algunos de los actores y actrices que suelen visitar la península.
La música tampoco está ausente a la hora de las visitas. Desde los años en que Julio Iglesias y la ya nombrada Rafaella Carrá pasaban el verano en el Este, fueron muchos los cantantes y músicos que eligieron la ciudad.
La reina de los años ochenta Cindy Lauper, los mexicanos Luis Miguel y Cristian Castro, la colombiana Shakira, la brasileña Xuxa, el bailarín ruso Alexander Godunov, otras glorias de los ochenta como Joe Cocker, Rod Stewart y Billy Idol, Plácido Domingo, Ricky Martin, Paul Anka, la mega estrella de este siglo Kate Perry, el Dj Paul Oakenfold, Crystal Waters y el legendario guitarrista y bajista miembro de los Rolling Stones, Ron Wood.
En algunos casos, estas visitas forman parte de compromisos laborales. Pero cuando Ron Wood dice en una entrevista que los Stones deben ir a Uruguay en su próxima gira por Suramérica y que para él Punta del Este es la ciudad más maravillosa del mundo, eso es amor. Porque en el universo de las celebrites también existe el «de boca en boca» aunque hoy el viejo y analógico de boca en boca sea digital y se llame redes sociales.
En los últimos años, uno de los segmentos con mayor crecimiento en visitas es el de los empresarios y emprendedores. Algunos motivados por negocios que están desarrollando en la ciudad, otros por placer.
Aquí destacan, desde ya, Giussepe Cipriani y su ambicioso proyecto Cipriani Ocean Resort & Club Residences y Eric Trump, el hijo del actual presidente de Estados Unidos.
Pero también hay que mencionar a Robert Kraft, dueño de los New England Patriots, un equipo potencia de la National Football League, al fundador y propietario de Facebook, Mark Zuckerberg, a Elon Musk, fundador de la empresa de giros de dinero electrónico PayPal y dueño de la automotriz Tesla, a Martin Sorrell, creador del conglomerado de agencias publicitarias WWp, a James Murdoch, el principal magnate mundial de la comunicación, que tiene como buque insignia la cadena de televisión Fox, al empresario hotelero Laith Pharao y al multimillonario chileno Leonardo Farkas, entre otros.
También deportistas, intelectuales y creadores de alta costura -esos mundos, en principio, antagónicos- encuentran su espacio en Punta del Este. Todavía los memoriosos recuerdan las visitas del astro del fútbol mundial, el brasileño Pelé. Pero más acá en el tiempo vale nombrar al ex futbolista y actual director técnico del Real Madrid, Zinedine Zidane, a la italiana -medalla de oro olímpica en natación y actual periodista de la RAI- Novella Caligaris y al ex futbolista holandés Edgar Davis.
Entre los intelectuales, sobresale el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Y entre los grandes modistos Ralph Lauren y Roberto Dvorik, el diseñador amigo íntimo de Lady Di. Por último, un visitante -si se quiere- curioso: Edwin Aldrin, el segundo hombre en pisar la luna, astronauta de la legendaria Apolo 11.
¿Y los argentinos? ¿No hay actores, actrices, empresarios, deportistas, modelos, estrellas de la televisión de Argentina que visiten Punta del Este? Bueno, en rigor, los argentinos son un subtítulo aparte.
Invasión argenta
Desde hace décadas, Punta del Este es para muchos de los famosos argentinos la ciudad consagración.
Es una meta, un lugar al que aspiran llegar. Y, como en ocasiones , el triunfo se mide en bienes tangibles, también es el sitio donde quieren tener una casa, un departamento, una chacra, un emprendimiento, un lugar de descanso y, cómo no, resguardo.
Por eso, suele ser matemático: los famosos argentino -y muchos no famosos también- más temprano que tarde terminan comprando una propiedad en la península. De algún modo, es una manera de pertenecer, de haber logrado los objetivos, de gratificarse.
Por eso, no es de extrañar que tantos argentinos hayan sentado sus bases en la ciudad y sus alrededores. Y, aparentemente, cada día van a ser más, tanto famosos como no famosos, los que tomen esta decisión. Entre los más conocidos -algunos casos pioneros- están, por supuesto, Mirta Legrand, Graciela Borges, Susana Giménez, Marcelo Tinelli, Nicolás Repetto, Adrián Suar, Diego Maradona, Antonio Gasalla.
Hay también empresarios como Eduardo Costantini, Cristiano Ratazzi -quien es italo-argentino-, Alan Faena y el ya fallecido Franco Macri. Después, el número es enorme y hay famosos en todos los rubros.
Desde actores y actrices como Ricardo Darín, Gustavo Bermúdez, Gustavo Corrado, Graciela Alfano hasta deportistas como Diego «Cholo» Simeone, Ezequiel «Pocho» Lavezzi y el nadador olímpico José Meolans. Modelos de ayer y de hoy como Valeria Mazza, Débora del Corral, Dolores Barreiro, Ana Carolina «Pampita» Ardohain, Nicole Neuman, Soledad Solaro, Iván de Pineda, Lara Bernasconi, Ginette Reynal, hasta presentadores de televisión y de radio como Marley, Jorge Lanata, Mariana Fabbiani, Oscar González Oro, Juanita Viale. Hay también bailarines como Julio Bocca y miembros de la intelectualidad porteña como la viuda de Jorge Luis Borges, María Kodama.
En verdad, la lista de los nacidos en Argentina que veranean o tienen casa en Punta del Este y sus alrededores es interminable. Es cierto que no para todos es su lugar de descanso: hay quienes suelen trabajar muy duro durante las temporadas, hay quienes buscan esconderse en el lugar de Suramérica con más fotógrafos por metro cuadrado durante el mes de enero, hay quienes fantasean con la posibilidad de establecerse y quienes realmente tomaron la península como lugar de residencia permanente.
Porque, como se dijo, Punta del Este suele ser un imán para gran parte de los famosos argentinos. Y cada día lo es más para las celebrities de los demás países del continente americano y de los otros continentes. Porque, además de ser un imán, la península es un faro. Una ciudad que promete una mejor vida, una ciudad que, como profetizó Agag, se está convirtiendo en «la nueva Montecarlo». Un paraíso en la tierra y con mar.
