En la mítica Casapueblo festejó sus 90 años el artista Carlos Páez Vilaró, junto a sus amigos y familiares.
El artista festejó al compás de los tambores, haciendo honor a una temática que suele plasmar en las creaciones pictóricas. Junto a una destacada concurrencia, entre ella el Presidente José Mujica, se apagaron las velitas de una Casapueblo transformada en torta. Fue una velada donde el cariño y el reconocimiento a la trayectoria de este artista se sucedió durante toda la noche.
Festejos en el Puerto
Carlos Páez Vilaró empezó a marcar el ritmo con su tambor para convocar a cada una de las agrupaciones. En la jornada artística actuaron más de 200 tambores y bailarinas, además de la Mama Vieja, el Gramillero y el Escobero.
“Quiero agradecer este premio que ustedes me dan; cuando se tienen 90 años es un momento bastante especial, porque es un momento para la reflexión, es un momento para mirarse al espejo, por ejemplo, y pedir disculpas por todos los errores cometidos”, dijo Carlos Páez Vilaró.
Casapueblo, un lugar en el mundo
Sólo su potente caudal imaginativo y su espíritu artístico le permitieron anticipar un paraíso en un espacio donde otros apenas habrían visto tierras desiertas y un cúmulo de dificultades.
Sin embargo, Carlos Páez Vilaró no se detuvo en el carácter inhospitalario de la región y ahí donde aún no había caminos trazados ni agua ni luz, comenzó a edificar Casapueblo sin sospechar siquiera que esa construcción se convertiría en un emblema de Punta del Este.
Impulsado por sus ganas de instalar allí su atelier de pintura y un espacio para recibir amigos, el artista uruguayo empezó a juntar maderas, puertas y otros elementos que usaría para edificar Casapueblo en “La Pionera”, una casilla ubicada en Punta Ballena, sobre los acantilados.
Y en 1960 comenzó a trabajar las primeras paredes de cemento con sus propias manos. Para eso, descartó los ángulos y las líneas rectas y levantó lo que él mismo concibió como “una escultura para ser vivida”, inspirándose en el trabajo de los horneros más que en el estilo de construcción mediterráneo.
Hoy, la edificación de grandes terrazas desde donde se ven las mejores puestas de sol, no solamente ofrece espacio para un museo y su taller de trabajo sino también para un restaurante y un apart hotel. Por allí pasaron una infinidad de personalidades como Vinicius de Moraes, Lech Walesa, Plácido Domingo, Bo Derek y Astor Piazzolla. Todos ellos fueron recibidos por Carlos Páez Vilaró quien recientemente celebró su medio siglo junto al arte.
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