Giuseppe Cipriani, empresario y visionario detrás de prestigiosos proyectos hoteleros y gastronómicos a nivel mundial, encuentra en nuestra ciudad una conexión única que trasciende lo personal. “Mi casa en Punta del Este, desde hace muchos años, ha sido mi refugio, un lugar de paz y equilibrio tras tantos viajes, que continúan siendo parte importante de mi vida”, comparte Cipriani, profundamente ligado al encanto del balneario. Esa conexión se refleja hoy en la revitalización del histórico San Rafael, un proyecto que busca recuperar el glamour de los años cincuenta, adaptándolo al presente.
“Quiero ofrecer una experiencia de vida completa, que honre el pasado y responda a las necesidades actuales”, explica. Más que una obra arquitectónica, un tributo a la historia de Punta del Este y una visión audaz hacia el futuro, un símbolo que conecta la memoria de sus días dorados con un horizonte prometedor.
Su nombre nos remite a una marca mundial en gastronomía y esparcimiento, cuyo brazo se extiende ahora hacia el lugar en el planeta elegido para su propio descanso a través de un revolucionario proyecto de real estate y entretenimiento.
La iniciativa incluye un resort de lujo con múltiples restaurantes, un club de playa, el primer casino Cipriani y residencias con vistas espectaculares.
La arquitectura de Román Viñoly y la decoración de Hassen Balut combinan el lustre histórico del San Rafael con un diseño contemporáneo y funcional.
“Queremos hacer de Punta del Este un destino atractivo durante todo el año”, explicó Cipriani, con la vista puesta en conectar Punta del Este con una nueva ola de turistas y residentes desde las geografías más exclusivas del planeta.
Un proyecto con el mejor ADN
Román Viñoly, hijo del célebre arquitecto Rafael Viñoly, continúa el legado de su padre en este desarrollo. “Mi padre conocía profundamente el espíritu del San Rafael y lo combinó con la visión moderna de Cipriani”, señaló. La reconstrucción respeta la historia mientras ofrece un diseño acorde a las exigencias actuales de un hotel de cinco estrellas.
El perfil de las tres torres, incluyendo la más alta de Sudamérica, es un logro técnico y estético. “Cada una de ellas tiene un diseño delgado, con baja densidad por piso y vistas panorámicas únicas. Este desplazamiento libera las vistas que normalmente estarían restringidas en proyectos multi-torre”, explica Viñoly.
El proyecto considera además la sostenibilidad ambiental en el largo plazo, al prever estructuras de hormigón armado, sistemas avanzados de impermeabilización y elevaciones estratégicas para evitar inundaciones.
Elegancia y sosiego en cada detalle
El diseño interior, a cargo de Hassen Balut, busca capturar el espíritu del San Rafael y trasladarlo al presente. “Quisimos interpretar ese aire que inspiró a tantas personas y traerlo a nuestros tiempos”, explica Balut.
Con materiales cuidadosamente seleccionados, como mármoles de Italia y Grecia, maderas con acabados náuticos y griferías italianas, el diseño enfatiza la pureza y la calma de la vida frente al mar. “Cada ventana enmarca a Punta del Este como una postal única e irrepetible. Los interiores reflejan esa instancia contemplativa”, añade, satisfecho, el decorador.
Un nuevo ícono para Punta del Este
Cipriani Resort Residences and Casino no solo revive la historia del San Rafael, sino que también posiciona a Punta del Este en la escena global. Con su visión innovadora, técnicas de construcción avanzadas y un diseño interior que abraza la naturaleza, este desarrollo promete ser un hito arquitectónico y cultural en la región.
Con la apertura de las primeras áreas prevista para 2025, el proyecto se presenta como un símbolo de lujo, exclusividad y visión de futuro, ofreciendo una experiencia incomparable que combina tradición e innovación en el corazón de uno de los destinos más emblemáticos de Sudamérica.