El futuro del diseño y el de los negocios llegan juntos a Punta del Este en un proyecto con un sello de éxito desde su origen: el World Trade Center, la primera zona franca en Maldonado. Las empresas que tengan sus oficinas en este edificio de última generación no pagarán impuestos en su operatoria comercial, lo que marcará un antes y un después en la vida económica de la ciudad. Situado sobre Avenida Gorlero, las obras de excavación ya han empezado. El arquitecto Ernesto Kimelman , artífice del desarrollo en alianza con el prestigioso Estudio Luis E. Lecueder, nos revela su concepción y próximos pasos.
Está pensado para ser un cambio de paradigma. Una revolución en los hábitos y costumbres del trabajo en Punta del Este. El World Trade Center Free Zone se convertirá en ese edificio que dará el puntapié inicial a otro modelo de ciudad: el primer desarrollo en ser zona franca en Maldonado. Con esto, es muy probable que muchas empresas activen su presencia en Punta del Este. Y den vuelta de una vez y para siempre el sentido final de la ciudad: ya no será un lugar a donde ir de vacaciones sino el lugar elegido para vivir y para trabajar. «Al final de nuestras vidas sólo seremos el resultado de las elecciones que hemos tomado a lo largo de ella», asegura el presidente y CEO de Amazon, Jeff Bezos. Y las elecciones realizadas por el grupo de accionistas que está detrás de la construcción del World Trade Center Free Zone de Punta del Este parecen las correctas. Eso se deduce de las palabras del arquitecto a cargo de la obra, Ernesto Kimelman.
«Hubo cambios sustanciales en la modalidad de operación. Originalmente, habíamos pensado en hacer un edificio tradicional de oficinas pensando en empresas que ya estaban instaladas en la ciudad. Pero, en una segunda etapa, pensamos en la construcción de una zona franca. Cambiamos los planes porque mucha gente nos preguntaba si el edificio sería zona franca. Entonces, decidimos cambiar el plan original. Gestionamos ante el gobierno y se autorizaron los cambios. Así que, hicimos las reformas necesarias en el edificio y empezamos la construcción», asegura Kimelman.
La condición de zona franca modifica sustancialmente el perfil del futuro edificio: las empresas que estén instaladas ahí no pagan impuestos, en la medida que trabajen para el exterior. En su facturación, hay un porcentaje permitido para las empresas locales pero la mayor parte de la facturación debe ser del exterior. Este es el primer edificio de estas características que se construirá en Maldonado.
«No tenemos todavía empresas que hayan contratado o comprado en el futuro edificio pero estamos convencidos que este emprendimiento va a cambiar el esquema para siempre en Punta del Este. La idea de tomar esta ciudad como segunda residencia es un sistema perimido que se construyó en base a usos y costumbres que ya no existen. Ya nadie viene a instalarse con un esquema de tres meses de vacaciones como era antes. Ahora, los períodos de vacaciones son mucho más cortos, de 10 o 15 días. Por eso, tenemos un stock habitacional de altísima gama que está ocioso 330 días del año, mientras gozamos de una ciudad única, con una naturaleza impactante. Por eso, la idea de vivir y trabajar en Punta del Este es tan anhelada. De hecho, entre argentinos y uruguayos hay como una fantasía por mudarse a esta ciudad. Creemos que, en la medida de que haya emprendimientos como el nuestro, va a existir la posibilidad de vivir y trabajar en este ciudad que es única en Latinoamérica y en el mundo», subraya el arquitecto Kimelman.
Comienzo de obra
El World Trade Center Free Zone ya comenzó las excavaciones para poner en marcha la obra. Y su final se espera en alrededor de 30 meses. «Lamentablemente vamos a tener que interrumpirla durante los meses estivales por una reglamentación que rige en Maldonado de no perturbar con ruidos durante los meses de mayor flujo turístico. Y, en nuestro caso, es imposible hacerlo sin ruido porque estamos excavando en roca. Tendremos una interrupción en la construcción de no menos de tres meses. La obra se retomará en marzo o abril y estimamos que durará 30 meses más. Estimamos que estamos frente a una inversión que rondará los 50 millones de dólares. Y estamos convencidos que es el comienzo de una nueva era en la ciudad. Habrá un cambio de paradigma. Punta del Este va a dejar de ser un lugar donde se vacaciona durante 15 días al año para pasar a ser un centro económico importante para todo Uruguay», afirma Kimelman.
La sociedad que lleva adelante el proyecto es muy similar a la que ha desarrollado el World Trade Center Montevideo y el World Trade Center Montevideo Free Zone, sumados algunos nuevos accionistas. El estudio de arquitectura a cargo es el de Kimelman Moraes, quienes vuelven a trabajar con el estudio Luis E. Lecueder en la administración del emprendimiento. El nuevo desarrollo estará ubicado sobre la avenida Gorlero y será una torre de 25 pisos que contará con estacionamiento. El edificio tendrá una calificación LEED, por lo que será amigable con el medio ambiente y la eficiencia energética. Tendrá detalles de última generación y una fachada de piel de vidrio con un sistema que canaliza el agua de la lluvia. Y mostrará el camino a seguir para el resto de los edificios de oficina de la ciudad, gracias a su zona franca porque, como afirma Bill Gates, «El secreto del éxito en los negocios está en detectar hacia dónde va el mundo y llegar ahí el primero».