El prestigioso arquitecto uruguayo Carlos Ott charló con Punta del Este Internacional durante su visita a la ciudad. Su visión artística de la arquitectura, el desarrollo de un museo en la Fundación de su amigo, el escultor Pablo Atchugarry, su proyecto del Waldorf Astoria de Miami y su amor por Punta del Este, son solo algunos de los temas que recorrió el hombre que ha construido obras de arte habitables en casi todo el mundo.
Algunos pocos arquitectos cumplen con la premisa del artista: sus proyectos devienen en obras de arte. Carlos Ott, uno de los arquitectos uruguayos más reconocido en el mundo entero, es uno de estos pocos creadores que han dejado su marca en buena parte del mundo. Desde su primera gran obra, el edificio Opera de la Bastilla en París hasta su reciente proyecto del Waldorf Astoria de Miami -que será la torre más alta de toda Florida-, Ott ha recorrido un camino de reconocimiento, prestigio y grandes obras.
Carlos Ott, destacado arquitecto que ha marcado el estilo de Punta del Este y de grandes ciudades del mundo
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Con varios proyectos en Oriente y en Medio Oriente, Ott nunca deja de lado a Uruguay. Por eso, siempre tiene un emprendimiento en el país, una buena forma de no olvidar las raíces.
Arquitecto Carlos Ott
«La mayor cantidad de mi trabajo es fuera de Uruguay. Pero siempre vuelvo porque me gusta, porque tengo el estudio y porque quiero hacer la mayor cantidad de trabajos acá», señala. Y mientras su estudio está estudiando varios proyectos privados en Montevideo y algunos en Punta del Este, Ott sueña con la obra que comenzó junto a su amigo el escultor Pablo Atchugarry: la construcción de un museo en la Fundación que tiene el artista uruguayo en Maldonado.
Carlos Ott y su amigo, el escultor Pablo Atchugarry
«Pablo es un gran amigo, un gran escultor. Nos conocemos hace tiempo. Trabajamos juntos en el proyecto Playa Vik: él hizo la puerta principal que es una verdadera obra de arte de una toneladas de peso. Pablo tiene una colección privada de cuadros y esculturas muy linda, donde destacan varios artistas latinoamericanos, sobre todo uruguayos.
Desde siempre quiso hacer un museo en el parque de su Fundación para exponer esos trabajos. Y ahora, que lo va a hacer, tuvo la deferencia de invitarme a trabajar en el proyecto. Así, en los últimos meses hemos trabajado juntos con él, con su mujer Silvana y con Piero, su hijo.
Fundación Pablo Atchugarry y su predio de esculturas
La idea es desarrollar un pequeño museo para pinturas y esculturas. Una parte va a ser alta para poder exponer esculturas grandes, entre otras una escultura muy linda de Julio Le Parc. Su colección tiene obras muy importantes que merecen ser cobijadas por una construcción que no desentone ni con el material que se va a exponer ni con los otros edificios que ya están construidos en el parque de la Fundación», afirma Ott.
Para el arquitecto, el trabajo junto con Atchugarry es intenso pero muy gratificante. «Pablo me llamó y me dijo: `Haceme una de esas curvas raras que vos hacés´. Yo me reí y le contesté que el escultor era él. Pero insistió con eso de las curvas. Entonces, lo comenzamos a hacer. Trabajamos mucho con sus sobrinos, Gastón y Federico Atchugarry, dos ingenieros espectaculares con los que estamos desarrollando el proyecto. También fue y sigue siendo muy importante el trabajo de una persona de mi estudio, Diego Baamonte, quien ha puesto su corazón en el proyecto», dice.
Tanto Atchugarry como Ott tienen como objetivo crear algo que se vuelva en sí mismo una obra de arte, casi un manifiesto arquitectónico uruguayo. Por eso, el nuevo edificio es una fuerte apuesta para ambos. «Pensamos un edificio que no estuviera entre medianeras. Un edificio bastante curvo, en un espacio muy abierto, donde el paisaje y el entorno acompañaran a la construcción. Por eso, me parecía que no podía ser una cosa cuadrada. De ahí la fachada curvada, los techos ondulados, la estructura de madera laminada pegada y la orientación hacia el jardín. Una manera de festejar la puesta del sol, los pequeños lagos del parque, los árboles centenarios y las magníficas esculturas que pueblan ese paraíso del arte que es la Fundación Atchugarry», dice entusiasmado Ott.
La más alta de Miami
La gran obra que encaró con su amigo escultor, sin embargo, no le quita de vista el resto de sus proyectos. La importante construcción del futuro Waldorf Astoria de Miami -un edificio de 9 cubos de cristal apilados de manera desigual, donde cada cubo contiene 9 pisos, haciendo de esta torre de 81 pisos la más alta de la Florida- es parte fundamental de la agenda de Ott en los últimos tiempos.
«El proyecto del Waldorf de Miami es mío pero yo trabajo siempre con arquitectos locales porque son ellos quienes han absorbido mejor la ciudad donde estamos desarrollando la obra. En el caso del Waldorf trabajamos junto con Sieger Suárez y con el apoyo constante de Ryan Shear, vice presidente para PMG en Florida», cuenta el arquitecto a Punta del Este Internacional.
Proyecto Echo Brickell de PMG en Miami, cuyo penthouse está diseñado por el arquitecto Carlos Ott
Además de convertirse en la torre más alta e imponente de Miami, el nuevo desarrollo contará con un hotel cinco estrellas, residencias privadas, restaurantes y tiendas de lujo. La altura aproximada del edificio será de 350 metros, unas tres cuadras y media. «El lugar también es fundamental: el nuevo Waldorf estará en la Bahía de Biscayne, en Biscayne Boulevard, de cara al mar. «Es una obra muy importante, entre las más importantes de mi carrera», asegura Ott quien, como es costumbre, siempre guarda en sus palabras y en su corazón a Punta del Este.
Por eso, para terminar la entrevista, dice:
«La ciudad está cambiando mucho. Hay mucho hormigón y asfalto. Pero es eso lo que pide la gente. Punta del Este ya está lejos de aquel balneario que dormía, y al que visitaban unas pocas familias. Yo la conocí desde chiquilin. Ahora es otra cosa. Pasó a ser una ciudad donde conviven personas de todos los países del mundo. Por supuesto, argentinos, brasileños, paraguayos y chilenos. Pero también estadounidenses, mucho europeo y gente de países como Nueva Zelanda o Rusia. Es una ciudad cosmopolita y refinada, que cada día está más presente en la agenda del turismo internacional».
Carlos Ott y Alejandra Pescio
Penthouse del Echo Brickell, diseñado por el arquitecto Carlos Ott
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