Raúl Sampayo: el descanso de los guerreros

Raúl Sampayo: el descanso de los guerreros
Raúl Sampayo junto a una de sus obras

Escultor uruguayo de reconocimiento internacional, Raúl Sampayo ha construido su vida entre el hierro, el mármol y el fuego. Desde Carrara hasta José Ignacio, su obra es un diálogo entre los elementos y el alma. Un creador que transforma el reciclaje en arte y la materia en poesía.

El arte como energía viva

Raúl Sampayo no solo crea esculturas: conjuga los elementos.
En su taller de La Juanita, en José Ignacio, el fuego, el agua, la tierra y el aire se unen a través del hierro, el mármol y la inspiración. “El amor es el quinto elemento”, dice, mientras repasa con las manos una pieza aún tibia. “Es el que pongo yo para que todo funcione.”

El hierro reciclado cobra nueva vida en sus manos, transformado en símbolos de equilibrio y renacimiento

Esa conexión energética guía su serie más reciente, El descanso de los guerreros, inspirada en los escudos romanos y en la búsqueda de paz interior. “La paz es el descanso de los guerreros”, repite. Cada obra está hecha con hierro reciclado, proveniente de viejas estructuras, ascensores y barcos: metales que alguna vez tuvieron otra vida y que hoy respiran de nuevo bajo su fuego.

De Carrara al Atlántico

Sampayo nació en Melo, pero su vida artística se forjó en Punta del Este. A los cuatro años llegó con su familia al balneario que, con el tiempo, sería su paisaje y su raíz. Su formación comenzó junto al recordado escultor Guillermo Riva Zucchelli, con quien trabajó en Uruguay y en Carrara, Italia, el mítico centro mundial del mármol.

Fragmentos de mármol que alguna vez fueron desecho, hoy esperan convertirse en poesía escultórica bajo las manos de Sampayo

“Guillermo me abrió las puertas del taller Nicoli, uno de los más importantes de Carrara. Ahí entran solo los artistas reconocidos. Fue él quien les dijo: ‘acéptenlo’.”
Desde entonces, el mármol lo acompaña como una segunda piel. De esa época nació su serie Objetos cotidianos, una colección de esculturas en mármol que inmortalizan lo que solemos ignorar: un diario, un jabón, un libro abierto.

Una de las piezas de la serie Objetos cotidianos, donde Sampayo convierte el mármol en memoria y lo efímero en eternidad

El hombre que hace hablar al mármol

Sus libros de mármol de Carrara son parte de su identidad y una de sus obras más queridas: volúmenes que parecen a punto de pasar página. Algunos tallados en mármol antiguo, otros con piedras encontradas en volquetas, como el mármol San Agustín, un material casi extinto.
“Parte del reciclaje es mirar una volqueta y ver qué tiene. Ahí encontré este mármol. Lo levanté y me enteré después de lo que era.”

Libros de mármol de Carrara, emblema de la obra de Raúl Sampayo: la palabra hecha piedra y el tiempo convertido en arte

De esa búsqueda nació su serie La Pedrera, inspirada en las rocas que emergen del mar con textura viva, y su célebre escultura de la cola de ballena, de cinco metros de altura, hecha con hierro del antiguo Hotel San Rafael. “Es a escala real —dice con una sonrisa—, y me llevó más tiempo diseñarla que construirla. Tenía que tener una lectura inmediata, porque el arte público debe dialogar con todos.”

Su icónica cola de ballena, homenaje al mar y a la libertad, resume una trayectoria forjada en hierro y emoción

Trayectoria y reconocimientos

Durante sus años en Europa, sus obras llegaron a Londres y distintas regiones de España, como Andalucía, Galicia y Almería, donde fue premiado y diseñó una plaza con ocho esculturas junto a artistas internacionales.

Las formas naturales inspiran la obra de Sampayo, donde la materia se curva con armonía y alma propia


De regreso a Uruguay, fundó el Atelier Sampayo, un espacio rodeado de naturaleza donde trabaja y expone. En 2008 obtuvo el Primer Premio WTC otorgado por la Fundación Atchugarry, y desde entonces su obra forma parte del patrimonio municipal de Maldonado y Montevideo, así como de colecciones privadas en Europa, Estados Unidos, Argentina y Brasil.

Entre el fuego y el metal, Raúl Sampayo convierte la fuerza del martillo en energía creadora

Sus esculturas también se encuentran en el Museo Parco Portofino, en Italia, como símbolo de un artista que cruza fronteras sin perder el alma oriental.

El amor, quinto elemento

Entre los hierros que rescata y los bronces que formula con precisión naval, Raúl Sampayo celebra el reciclaje como una forma de renacimiento.
Cada pieza, dice, “es una manera de agradecerle a la materia la oportunidad de volver a vivir”.

Desde Montevideo hasta José Ignacio, sus esferas de hierro reciclado dialogan con el paisaje


Y así, entre la serenidad de José Ignacio y el rumor del mar, continúa dando forma al hierro, al mármol y a los recuerdos, mientras conversa con su mujer —la última de sus tres esposas, compañera de vida y musa de sus días— sobre los proyectos que siguen creciendo.

Raúl junto a su compañera (y musa, con comparte la pasión por la materia y el arte como acto de amor) y el artista Eloy Pereira

Raúl Sampayo es, en esencia, un alquimista del arte: transforma lo inerte en emoción, y lo cotidiano en eternidad.