Miguel Abella: el nuevo tiempo de Maldonado

Por Marisol Nicoletti y Nicolás Tarallo — Punta del Este Internacional
Entrevista a Miguel Abella, intendente de Maldonado
A meses de haber asumido la intendencia, Miguel Abella recibió a Punta del Este Internacional para compartir su visión sobre el presente y el futuro del departamento. Con más de cuatro décadas de trayectoria en la administración pública, Abella asume el liderazgo de un Maldonado en expansión, heredando una gestión sólida y ordenada tras diez años de gobierno de Enrique Antía. Su discurso combina serenidad, planificación y una mirada profundamente humana sobre el porvenir.
Un servidor público desde los 17 años
Miguel Abella ingresó por primera vez a la Intendencia de Maldonado en 1977, con apenas 17 años. Pasó por Parques y Jardines, Contaduría, la Secretaría General y, más recientemente, la Dirección de Administración y Recursos Humanos. Su historia está ligada a la evolución del departamento y a una forma de hacer política basada en el trabajo silencioso y constante. “Siempre tuve ambiciones —dice—, pero mi función fue mantener el equilibrio, escuchar y sostener los acuerdos dentro de una agrupación diversa.”
El legado de una gestión ejemplar
Abella reconoce que asume el cargo en una etapa clave, con un departamento ordenado y en crecimiento, resultado de una década de trabajo sostenido por el exintendente Enrique Antía. “Se ha hecho una gran gestión en los últimos diez años —afirma—. El ingeniero Antía llevó adelante obras que pusieron de nuevo a Maldonado y todo el departamento en un nivel de excelencia: limpieza, infraestructura, orden y planificación. Ese es el piso firme sobre el que hoy podemos construir lo que viene.”

El desafío de administrar una ciudad que crece
Con 223.000 habitantes y una proyección de crecimiento del 20% en la próxima década, Maldonado es hoy el único departamento del país que continúa expandiéndose. Abella asume el reto de acompañar ese crecimiento con infraestructura, limpieza, seguridad y planificación. “Tenemos que acondicionar el Maldonado que creció —explica—. Hoy contamos con un sistema moderno de recolección y tratamiento de residuos, y seguiremos apostando a la vigilancia, la luminaria y los servicios que acompañen el desarrollo.”
Seguridad y convivencia: un modelo de cooperación
Uno de los pilares de su gestión es el fortalecimiento del sistema de seguridad a través de la fundación Maldonado Segura. El intendente destaca el trabajo conjunto con el Ministerio del Interior, que permite a los barrios integrar cámaras al sistema de monitoreo departamental sin costo operativo. “Queremos que la gente participe, que sienta que su entorno también es parte del cuidado colectivo”, afirma.
Urbanismo y movilidad: pensar la ciudad a veinte años
Abella impulsa un enfoque de planificación a largo plazo, consciente de que el crecimiento requiere orden. “Debemos actualizar el ordenamiento territorial —dice—. Las normas vigentes desde 2012 vencen este año. Hay que proyectar el Maldonado que queremos a quince o veinte años.” En alianza con el CINVE (Centro de Investigaciones Económicas), la intendencia desarrolla un plan de movilidad que busca devolver confianza en el transporte público. “Queremos que la gente vuelva a usar el ómnibus, que sea puntual, seguro y más eficiente que la moto”, explica.

Obras que transforman y descentralizan
El intendente destaca proyectos estratégicos como el Camino Los Ceibos —clave para el tránsito pesado de San Carlos—, la conexión Leandro Gómez hasta la parada 40, y la recuperación de espacios históricos como el Puente Negro. A su vez, promueve la descentralización de la educación y la actividad social: “Queremos que los profesores vayan a los barrios, que la formación llegue donde está la gente”, afirma.
Un turismo sostenible y de calidad
En materia turística, Abella confirma el avance de las licitaciones para playas, paradores y espacios verdes, además del nuevo contrato de limpieza. El departamento se prepara para recibir una temporada récord, impulsada por la llegada del nuevo ferry eléctrico China Zorrilla, de Buquebus, y por proyectos icónicos como el Hotel San Rafael by Cipriani y la reapertura del Hotel Mantra. “Estos emprendimientos marcarán un antes y un después en el turismo de alto nivel”, señala.
Orden, respeto y unidad: la política de lo humano
Abella no se define como un político tradicional, sino como un gestor. “Mi gobierno no será político, será de gestión. Es tiempo de bajar el ritmo, de escuchar, de unir. Maldonado necesita orden, pero también humanidad”, dice con calma. Por eso propone mesas de diálogo con todos los partidos, sin distinción de colores. “La apertura y el respeto son la base del futuro”, resume.

Una mirada hacia el futuro
Al cerrar la conversación, Abella reflexiona sobre su propósito: mejorar la calidad de vida de la gente. “Queremos que quien sale a trabajar no encuentre pozos, que pueda moverse seguro, que sienta orgullo de su ciudad. Hay que atender a los mayores que construyeron este Maldonado, pero también dar espacio a los jóvenes. La clave es el equilibrio”, afirma.
Maldonado abre su nueva etapa con una premisa clara: consolidar lo logrado y animarse a más. Sobre el piso firme de la gestión de Enrique Antía, Miguel Abella propone un tiempo de orden, urbanismo y cooperación, donde la limpieza, la seguridad y la movilidad sean herramientas —y no eslóganes— para elevar la calidad de vida. El desafío es común y la brújula es sencilla: trabajar juntos, con respeto, para que cada vecino sienta que el futuro también le pertenece.

Dirección: Acuña de FIgueroa y Enrique Burnett, Maldonado
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