Patricia Ezcurdia, la mujer que aplaude al sol

Patricia Ezcurdia, la mujer que aplaude al sol
Patricia Ezcurdia en Marinas del Este su ceremonia cada atardecer, aplaudirle al sol


A sus 82 años, Patricia Ezcurdia encarna una vida de amor, coraje y belleza cotidiana. Supo reinventarse, dejar ir lo que dolía y abrazar lo esencial. En su casa, cada objeto guarda un capítulo.

Su linaje está en una foto donde conviven bisabuela, abuela, madre y ella: cuatro generaciones en un mismo latido. Reconoce errores de juventud —“era una niña criando niños”— y celebra la segunda oportunidad que le dieron los nietos: escucharlos, esperarlos, acompañar sin juzgar.

Patricia Ezcurdia y su marido Monte Dexter Gross

Su historia con Punta del Este comenzó en 1964, entre senderos vírgenes de Punta Ballena. Desde entonces, el balneario fue refugio y hogar. “Hay una Punta del Este para cada gusto”, dice, y sonríe cuando repite su lema: “Aquí, lo único que no podés perder es la paciencia.” Hoy vive un amor sereno con Monte, “su gordo” y habla con gratitud del pasado que la hizo fuerte e independiente. Su frase de cabecera es de Amado Nervo: “Vida, nada me debes; vida, estamos en paz.” Si algún día alguien escribiera su epitafio, quisiera que fuera breve: “Amó con intensidad, se equivocó con nobleza y que cada tarde aplaudió al sol.”

Zulema Labourt de Otamendi (bisabuela), Ernestina Otamendi de Torre (abuela), Mabel Torre Otamendi de Ezcurdia Gorleri (madre)