Los orígenes arquitectónicos de Punta del Este fueron discretos, humildes.
El primer hotel de la península -propiedad de Pedro Risso desde 1889- funcionó en los galpones de su empresa de pesquería. Ese era entonces el concepto “audaz” de la hotelería: estar en los fondos de una empresa pesquera.
Así y todo, en marzo de 1890 se terminó el plano de mensura de Punta del Este, en cumplimiento con la Escritura de Compraventa de 1843 confeccionada entre los hermanos Alejandro Ross Lafone y Samuel Fischer Lafone y el Estado. Los hermanos se habían obligado a delinear un pueblo en la península de Punta del Este. Fue entonces que el aún incipiente poblado quedó dividido en 81 manzanas, la mayoría de las cuales se subdividieron en 12 solares.
Así, comenzó la historia.Un año después de confeccionado el plano de mensura, en 1891, comenzó la acción forestadora de Enrique Burnett mediante la plantación de pinos y eucaliptus. Y algunos años después -a partir de 1896- haría lo propio Antonio Lussich, en Punta Ballena. Con el mismo criterio de estos pioneros, comenzaron a forestarse diferentes zonas. En los años subsiguientes los recordados plantadores Estanislao González, Ambrosio Gómez, el coronel Francisco Mancebo, Carlos Giuria y José Pizzorno, poblaron la península de su indestructible flora.Con el nuevo siglo, en 1901, llegaron las primeras residencias pensadas como casas de verano. Y los primeros constructores fueron Laureano Alonso Pérez y el ingeniero agrónomo Rómulo Rubbo. La primera de estas casas fue la de Vicente Ortega.
Más tarde llegó la de José Ramón Seijo en 1902 y luego la de León Caubarrere y la de Beltrán Hardoy, entre otras. Un dato importante: ya en 1903 existía un horno de ladrillos en Punta del Este. Este hecho habla a las claras de la importancia que empieza a cobrar la construcción en la península.
El año 1905 es importante: se anuncia la construcción de un gran hotel, el Biarritz Hotel que será construido por la Sociedad Balneario Punta del Este. El nuevo hotel se inauguró a fines de 1907. tanto las casas de veraneo como la construcción del Biarritz contribuyeron a que Punta del Este fuera declarado oficialmente pueblo.
De la sesión parlamentaria donde se declaró pueblo a la zona, surgen ciertos datos que nos permiten inferir que la oficialización de Punta del Este como pueblo fue “empujada” o presionada por las circunstancias y no fue una propuesta realizada por los gobernantes. A pesar del poco interés de los gobernantes, el 5 de julio de 1907 se promulga la Ley de Creación del Pueblo de Punta del Este bajo el número de ordenanza 3.186.
Tres años más tarde, en 1910, se habilita el hotel British House y, en 1911, el Gran Hotel España. En esos años se construye la carretera -actual rambla de La Mansa- entre el balneario y Maldonado.
También en 1910 se instaló en el balneario el agua corriente y en 1916, la luz eléctrica. La década siguiente fue fundamental para Punta del Este. Entre 1920 y 1930, la península logra adquirir una importante infraestructura. Entre los muchos logros mencionables, hay dos que destacan por sobre el resto: la construcción en 1929 de la Carretera al Bosque Municipal -actualmente El Jagüel-, hoy conocida como avenida Pedragosa Sierra.
Y, gran avance si lo hubo, en 1930 la llegada del ferrocarril. Ya en esa tercera década del siglo XX, los extensos bosques que habían comenzado a plantar los pioneros a fines del siglo XIX eran una realidad. Una realidad que vestía con los mejores verdes buena parte del balneario.
Sin embargo, la vida edilicia de Punta del Este se limitaba a la península. Su centro era la actual calle 10. A fines de la década del 30 -en rigor, en 1938- se cambia el eje del balneario. Es cuando se construye el Hotel Casino Punta del Este -luego llamado Nogaró- y surgen los hoteles Miguez y Playa, la confitería La Fragata. Es entonces que se comienza a utilizar la Playa Brava. De este modo, el eje o centro del balneario cambia a la calle Gorlero. Y surgen -en realidad, surgieron un tiempo antes- las dos primeras urbanizaciones del balneario: Pine Beach (1936) y San Rafael (1937).
De este modo, Punta del Este comienza a expandirse hacia el bosque. Surgen los barrios-jardín que, durante décadas, caracterizaron al balneario. Pascual Gattás emprendió su primera obra de urbanización en cuarenta hectáreas. El arquitecto Juan C. Paseyro fue quien, con artística prolijidad, trazó sus calles, configuró sus manzanas y determinó el lugar de las plantaciones de árboles en Pine Beach. Y en 1937 el contador José Pizzorno Scarone adquirió diez lotes de 15 hectáreas cada uno -esto es, 150 hectáreas- sobre la playa San Rafael y comenzó a plantar pinos. Para esto, se asoció con el español Laureano Alonso Pérez y Manuel Lussich y formaron la firma Fomento de San Rafael (FOSARA).
A partir de esta sociedad se urbanizó y formó el barrio San Rafael. En 1940 la Intendencia elaboró la primera ordenanza municipal de fraccionamientos que, entre otros aspectos, determinaba las dimensiones mínimas de los solares, según la zona.
Esta norma entró en vigencia en 1946. Luego de esto se formaron otras urbanizaciones en el bosque: Cantegril, de Mauricio Litman; Punta Ballena de la mano del genial arquitecto catalán Antonio Bonet (1945); el Parque Médanos de San Rafael S.A., con Pedro Berro, Antonio Marta y Óscar Cadamartori, a la cabeza (1946); y el Barrio Parque del Golf S.A. (1946). En 1948 se construyó el edificio PINAR, en las calles 20 y 29. Se trataba de un edificio de tres plantas, a una cuadra de Gorlero, que fue construido por el Arq. Walter Pintos Risso y el constructor Esteban J. Artucio. El edificio se adaptaba perfectamente al criterio de construcción imperante en Punta del Este en ese entonces y tenía sus icónicas tejas rojas.
A esta construcción le seguirán otras que no alteraron las líneas del balneario como por ejemplo el edificio Plaza, donde en la actualidad se encuentra el Banco Comercial. Mientras tanto, en los barrios se construían cada vez más residencias, todas con un denominador común: la gran calidad arquitectónica, la solidez y el buen gusto.
Algunos de los arquitectos hacedores de estas nobles obras fueron Pérez del Castillo, Armando D´Ans, García Arocena, Boxer Anaya, Francisco Lasala, Elías Ciurich, Juan Scasso, Arturo Dubourg y Jorge Herrán, entre otros. Una década después, irrumpen los edificios de gran altura. Y en ese momento, cambiará para siempre la fisonomía del balneario. Más allá de todos los grandes constructores mencionados, quien determinó mejor los lineamientos de los barrios que iban surgiendo en la península fue el arquitecto Bonet.
A partir de él se establece: a) tomar el bosque y la playa como elementos primordiales, b) concebir el bosque como una unidad, evitando su parcelación geométrica, c) suplantar las calles perpendiculares por senderos, d) diferenciar las zonas de residencia de las zonas de uso público y ubicar estas últimas estratégicamente, e) planificar grandes lotes para evitar la congestión urbana y f) efectuar una tala racional y estudiada.
A mediados del siglo XX, la península comienza a recorrer un camino que la lleva a ser la ciudad que es hoy.En el año 1956 se anuncia la construcción del edificio Vanguardia -el primero de los cuatro bloques se levantó en 1957, y la última etapa finalizó en 1959-1960.
El importante y definitivo proyecto era del arquitecto Julio C. Aranda y la empresa constructora fue Isola & Armas. Su propietario, Mauricio Litman y asociados. Ese mismo año se presenta en la Liga de Fomento el plan Regulador de Maldonado de los arquitectos Guillermo Jones Odriozola, Francisco Villegas Berro y Carlos Hareau, que no se tuvo en cuenta.
Al año siguiente, en 1957, comienza la construcción del edificio El Grillo, en Parada 15, realizado por los arquitectos Luis García Pardo y Adolfo Sommer Smith. También por esa época surgió el proyecto de Guillermo Gómez Platero: el edificio Puerto, sobre la entonces Playa Mansa. En 1959 se inaugura el edificio Península, primer edificio en altura de Punta del Este.
Fue una construcción del doctor Julio César Cerdeiras Alonso, asociado con los arquitectos Guillermo Jones Odriozola y Francisco Villegas Berro. También ese año comienza la construcción del primer bloque del edificio Isla de Gorriti, finalizado en 1962. Todos los edificios reseñados responden a la corriente arquitectónica de la época: el racionalismo. La invasión del paisaje por moles con forma de pantalla tuvo graves consecuencias, como ser el corte visual y la voluminosa sombra que arrojaban.
Ya en la década del 60, algo estaba claro: la era de los edificios en altura había llegado para quedarse. Y en 1963 comenzó la construcción de la primera “torre” en Punta del Este. Se trató del edificio Opus Alpha, ubicado a la altura de la parada 2 y la playa Brava. Este tipo de construcción comenzó a imponerse frente a las enormes masas que constituían los edificios racionalistas. La novedosa planta en Y garantizaba la vista en 360 grados, arrojaba sombras mucho menores y de mayor rapidez de movimiento. También su figura era más esbelta y permitía la visualización. Fue con las torres que se reducen al mínimo los efectos negativos de las pantallas. Ya en la década del 70 el arquitecto Pintos Risso construyó varias, igual que posteriormente SAFEMA, Estudio Cinco, Norte Construcciones, entre otros emprendedores. Por esa misma época surgieron, principalmente sobre la rambla Claudio Williman, edificios de cuatro plantas que ocupaban casi la totalidad del terreno. En los años ochenta se comenzó a discutir sobre la conveniencia de las torres.
Se temió que el bosque desapareciera; pero se concluyó que lo más importante no era la altura que alcanzara un edificio, sino el aprovechamiento del suelo.
Por fin, la última década del siglo XXI y la primera de este siglo repensaron la arquitectura de la península y todos los emprendedores coincidieron en la importancia de la sustentabilidad de los desarrollos y en la necesidad de adecuar las estructuras a la naturaleza, preservando el paraíso que es Punta del Este.
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