Ruta, velocidad y un paisaje marítimo. Oír el reclamo de las olas al chocar contra el continente, aspirar el salitre que llega con el viento, ver la espuma del océano Atlántico hermanarse con la arena. Tener el infinito horizonte de agua mientras el auto acelera. Eso forma parte del paseo de lujo que ofrece la Ruta 10, desde el Arroyo Solís Grande -en el comienzo del Departamento de Maldonado- hasta la Laguna Garzón, donde comienza el Departamento de Rocha, justo en esa obra arquitectónica superior que es el puente redondo, obra del arquitecto uruguayo Rafael Viñoly. Son algo más de 100 kilómetros costeros que ofrecen las mejores vistas marítimas de Maldonado. Pasando por Piriápolis, Punta Ballena, La Mansa, La Brava, La Barra, José Ignacio, esta aventura merece ser realizada al menos una vez durante el verano. Un viaje donde se puede encontrar ese tipo de felicidad simple que suele tejer y ofrecer la naturaleza.