Una historia de salud, ciencia y pasión nacida en las montañas del sur de Brasil, que inspira una nueva manera de entender la vida.
El sueño de curar antes de enfermar
En un rincón apacible de la Serra Gaúcha, donde la bruma de la mañana acaricia las copas de los pinos, una familia decidió cambiar el modo en que el mundo comprendía la medicina. Allí nació Kurotel, un spa médico que desde hace más de cuatro décadas desafía la lógica convencional: prevenir antes que curar.
Hija menor del fundador, la Dra. Mariela Silveira creció entre los pasillos perfumados de salud y esperanza. Con una formación que abraza la nutrición, la acupuntura y la terapia cognitiva, Mariela heredó de sus padres no solo un legado médico, sino un compromiso profundo con el arte de cuidar la vida.
La medicina del futuro que empezó ayer
Desde mucho antes de que se hablara de medicina preventiva como un concepto, el Método Kur ya tejía su red silenciosa: agua, movimiento, alimentación consciente, relajación y equilibrio. Cinco pilares sencillos en apariencia, pero capaces de sostener la arquitectura frágil del bienestar humano.
Al contrario de otros destinos de lujo, Kurotel jamás fue concebido como un refugio de vanidades. Aquí, cada decisión —desde el agua que se bebe hasta el ejercicio que se recomienda— es el resultado de un conocimiento científico profundo y de una escucha atenta al cuerpo y al alma.
Nutrición personalizada: el plato como espejo de la vida
Mariela Silveira entiende que la alimentación es mucho más que ingerir nutrientes: es una forma de dialogar con la propia biología. La genética, el estudio del microbioma intestinal y el análisis de hábitos permiten hoy ofrecer dietas que son trajes a medida, respetuosos de la unicidad bioquímica de cada ser humano.
Lejos de las dietas universales, su filosofía enseña que no existe una única receta para la longevidad. Cada cuerpo procesa alimentos de manera diferente. Cada vida merece ser entendida y celebrada desde su singularidad.
La sabiduría del presente: meditar para habitar la vida
Si vivir en el pasado lleva a la tristeza, y anticipar el futuro nos sumerge en la ansiedad, Mariela propone un camino más simple y a la vez más exigente: vivir el presente. A través de la meditación, práctica que abraza con pasión, descubrió un instrumento poderoso para transformar no solo su vida sino la de quienes la rodean.
Esta convicción la llevó a crear Mente Viva, una organización que promueve la meditación en escuelas públicas y privadas, sembrando desde la infancia las semillas de una existencia más plena y consciente.
Cuidar el cuerpo, honrar la vida
La medicina que Mariela practica no se detiene en el diagnóstico; busca comprender la historia que cada cuerpo cuenta. Desde tratamientos con agua hasta programas de ejercicio adaptados a las capacidades de cada persona, todo en Kurotel respira coherencia entre ciencia y afecto.
Hoy, en un mundo que envejece más rápido que nunca, su propuesta resulta más urgente: preparar a las nuevas generaciones para un envejecimiento saludable, activo y feliz.
La misión continúa: sembrar salud en cada historia
“Somos lo que protegemos, somos lo que defendemos”, parece decir cada gesto de Mariela Silveira mientras lidera el Kurotel hacia el futuro. Y no es solo un futuro para unos pocos privilegiados: su sueño es que cada vez más personas puedan acceder a este legado de cuidado y respeto por la vida.
Porque al final —como aprendimos con ella—, la verdadera salud no empieza en un diagnóstico ni en un plato, sino en el modo en que decidimos habitar cada día.
Elina Vignola
Representante de Kurotel en Uruguay
kurotel@elinavignola.com.uy
+598 98 422 738
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