Claves para convertir a Punta del Este en ciudad sustentable y motor del crecimiento de Uruguay
Gran parte del éxito de una ciudad en los próximos años estará ligado a su sustentabilidad, y esta a cómo se gestionan sus recursos naturales y humanos. Sergio Grinbaum, un empresario tecnológico que trabaja con empresas de nueve países latinoamericanos y España, se acaba de mudar a Punta del Este durante la pandemia, es un pionero en la materia. Y, como gesto de gratitud y compromiso con su nueva residencia, decidió donar a la Intendencia de Maldonado un estudio que analice con qué recursos cuenta nuestra ciudad y recomiende cómo gestionarlos para convertirse en una ciudad sustentable. Según este visionario emprendedor, Maldonado en general y Punta del Este en particular, cuenta con toda la potencialidad para convertirse en el motor para el crecimiento sostenido de todo Uruguay.
El mundo cambia a todo momento, acelera sus estados y modifica su forma de comportarse de manera inmediata. Y, en medio de esta lógica veloz, las ciudades deben adaptarse a nuevas lecturas, a asumir futuros posibles. Frente a esta realidad, Punta del Este debe enfrentar y diagnosticar su mañana. Y establecerse metas para lograr encontrar el camino para lograrlas.
Por eso, es muy interesante el planteo que realiza Sergio Grinbaum, un empresario argentino que acaba de radicarse en la ciudad. «Me estoy mudando a Punta del Este y pensé qué le podía ofrecer a la ciudad. Así que le hicimos una donación que se divide en dos: una parte se llama smart city y apunta a ver de qué manera la gente que vive en Punta del Este y en Maldonado puede vivir mejor, con una mejor calidad de vida, Y la otra parte de la donación tiene que ver con la sustentabilidad.
Nuestra empresa hizo un diagnóstico con todas las partes que impactan en la sustentabilidad de la ciudad. Ya lo estamos terminando, ya sacamos los primeros papers de esto. El resultado dice que se debe trabajar -y encontrar una solución- a los plásticos en el que aparecen en el agua, hay que trabajar sobre las fábricas de Maldonado, hay que trabajar sobre la educación (para que las nuevas generaciones aprendan sobre la sustentabilidad), también en la forestación. Es un análisis sobre las 10 cosas de alto impacto en las que se deberían trabajar. Este análisis se lo estamos haciendo llegar a la Intendencia. Esperamos que escuchen y lean los resultados porque, si se pone atención en estas áreas, se puede lograr que Punta del Este se convierta en una de las pocas ciudades del mundo en ser sustentables», dice.
Según su análisis, «hay pocas ciudades del mundo que pueden lograr esto. Tal vez, pueda lograrse en Qatar o en Mónaco. Pero la ciudad debe cumplir con una serie de requisitos: debe ser una ciudad pequeña, con predominio de la naturaleza. Y Punta del Este cumple con todos los puntos. Sólo debe mejorar un poco en algunas áreas. En estos momentos, los fondos de inversión de todo el mundo están pidiendo apostar a las ciudades sustentables. Y obtener esta categoría no supone grandes inversiones, sino decisión política. Creo que Maldonado puede ser el punto de partida de la reconversión de Uruguay. Creo que así el país se convertiría en un punto de atracción para el mundo. La sustentabilidad y la inclusión -en términos tecnológicos, financieros, de género, con una visión nueva sobre los adultos mayores- es una de las búsquedas más destacadas de los jóvenes de todo el mundo. Una ciudad sustentable donde realizarse. Y Punta del Este puede estar en ese camino, sin esforzarse demasiado», asegura el empresario.
Mudanza
Grinbaum es un empresario tecnológico que visitaba la ciudad sólo en el verano. «Desde hace unos 30 años veraneo en Punta del Este. Venía sólo en las semanas de las fiestas. Llegaba el 22, 23 de diciembre y me quedaba hasta el 5 de enero, aproximadamente.
También venía a Punta Tech, cuando se realiza, como invitado y después una semanita en febrero, otra vez con la familia, como cierre temporada. Y nada más. La pandemia cambió esta lógica. Mis hijos se vinieron acá y a los pocos días me llamaron para decirme que, si iba a trabajar desde la casa y a no tener reuniones, era mejor que me viniera a Punta del Este, que la iba a pasar mejor. Y me terminé enamorando de la vida esteña por la seguridad, por la gente de acá y por vivir frente al mar. En los meses siguientes vinieron mis padres y, de algún modo, formamos otra vez nuestra familia acá», cuenta.
Su empresa está desarrollada en 10 países, 9 de Latinoamérica y en España. En un principio, su trabajo era esencialmente de marketing digital. «Estoy en empresas de internet desde los años 90. Tuve Deremate.com y otras empresas en los años de la burbuja -fines de los 90 y principio del nuevo siglo. La empresa actual se llama Think Thanks y trabajamos con empresas de comercio electrónico en todo el continente», cuenta.
Sin embargo, en los últimos 4 o 5 años, observó que el esquema de negocios cambiaba velozmente. Por eso, «nos fuimos metiendo en la transformación digital de las empresas. Hacemos un diagnóstico de las empresas que nos contratan, planteamos una estrategia y la llevamos adelante. Ese es nuestro trabajo», asegura.
La sustentabilidad y la inclusión son las principales búsquedas de los jóvenes de todo el mundo.
El año pasado cuando, en plena pandemia, estaba abriendo su empresa en Madrid, «vimos que los clientes, de manera muy marcada, nos pedían análisis de sustentabilidad. Nosotros no estábamos acostumbrados a trabajar esa variante, lo nuestro era la transformación digital. Pero, dada la demanda, rápidamente armamos un equipo con expertos en clima, finanzas, huella de carbono, todas las variables que hacen a la sustentabilidad. La verdad, se armó un equipazo en España, Italia, Argentina y Colombia. Entonces, llamamos a nuestros clientes latinoamericanos y ofrecimos el servicio. Y nuestros clientes se enamoraron de este enfoque. Así que, ahora, no paramos de crecer en ese rubro.
Nuestra función es hacer un diagnóstico de las empresas de nuestros clientes con ese enfoque. Observamos las variables de sus empresas en términos de clima, naturaleza, carbono y finanzas. Les sacamos una foto y les sugerimos estrategias para mejorar su sustentabilidad. Desde que empezamos con esto, no dejamos de crecer y nuestra división de sustentabilidad va camino a ser más grande que nuestra división de marketing y que nuestra consultora», afirma.
Nuevas tecnologías
Otra de las nuevas opciones que Grinbaum está probando en su empresa es la de innovaciones tecnológicas. «Hace pocos meses armamos en Tel Aviv una empresa que se llama Star Up is Real, donde tomamos tecnologías de muy alto impacto y tratamos de ofrecerlas en Latinoamérica, a través de convenios recíprocos. Se trata de tecnologías disruptivas, que van más allá de la innovación. Y creemos que Uruguay es la mejor entrada para estas innovaciones en el continente. Nos especializamos en tecnologías de salud, agronegocios, sustentabilidad y retail.
En la próxima exposición agropecuaria de septiembre, vamos a tener un stand para mostrar estas nuevas herramientas tecnológicas que se están aplicando en Israel. Además, todos los meses realizamos encuentros virtuales con nuestros clientes latinoamericanos para mostrar este tipo de innovaciones tecnológicas», asegura.
Para Grinbaum, este tipo de mejoras tecnológicas son fácilmente aplicables en Uruguay. Ya instalado en Punta del Este, el empresario espera seguir con su rumbo de mostrar los posibles cambios para el continente desde su nueva ciudad de residencia. Siempre siguiendo la cultura que tiene establecida en sus empresas. «Nosotros vivimos en modo aprendizaje y siempre somos muy agradecidos. Esos dos valores son fundacionales: aprender y agradecer. Y el tercer valor que fomentamos es el de tener criterio propio a la hora de tomar decisiones, porque este gran valor genera autonomía en cada uno de nuestros clientes», finaliza.
11 de Septiembre 2173, CABA.