Gabriela Rieiro, destacada artista plástica, transmuta nuevamente el alma del vino con su “Misión 3”: una obra de arte exquisita donada al Museo Nacional de Arte de China (NAMOC).
En China, los regalos se entregan con las dos manos. Y esto no es simplemente una costumbre o un capricho; en la tradición oriental hay una manera particular de «dar» y una forma de «recibir». Para esta cultura, cada obsequio supone una dignidad especial.
Conociendo la singularidad del espíritu chino, la artista plástica Gabriela Rieiro concibió la idea de donar algo tan valioso y honorable como para acercar aún más a dos países geográficamente distantes: China y Uruguay. Rieiro pensó en algo nacido de su arte y asociado con las raíces uruguayas, imaginó un regalo que pudiera convertirse en «presente». Un presente que permaneciendo expuesto a lo largo del tiempo se instalara como una insignia de amistad del otro lado del mundo. Pero no se trataba tan solo de embalar la obra de arte y despacharla. En China hay un modo de “dar” y uno de “recibir”.
Enterado de la iniciativa, el Señor Wu Weishan, director del Museo NAMOC (uno de los más importantes de China y del mundo), solicitó respetuosamente un tiempo para estudiar la donación propuesta. La obra fue evaluada durante más de dos meses y en el momento oportuno llegó por mail la respuesta esperada: el Museo Nacional de Artes Plásticas de China se sentía honrado al aceptar la donación y eventualmente incluir la obra dentro de su acervo cultural.
Posteriormente, la obra fue entregada de manera oficial por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay Señor Fernando Mattos Costa y el Embajador de Uruguay, Señor Fernando Lugris y recibida cordialmente por el Señor Wu Weishan, director del Museo NAMOC. De este modo, “Misión 3”, obra realizada sobre lienzos en técnicas mixtas con vino Tannat uruguayo de la emblemática zona de Canelones, ha pasado a formar parte de las más de 110.000 piezas de diversas colecciones albergadas en el famoso Museo chino. Así, Uruguay permanece con su arte en un lejano museo de la República Popular China.
En textos del certificado que se entregó a Rieiro, con firma y sello de su director, el Museo obtiene los derechos de propiedad y será utilizado con fines creativos, educativos y de investigación con aprobación del Comité Experto del Museo Nacional de Arte de China.