Después de atravesar un año complicado que, con pandemia incluida, modificó los planes trazados por los responsables del Banco Interamericano de Desarrollo, Matías Bendersky -Representante del BID- conversó con Punta del Este Internacional. Los aportes y apoyos brindados por la institución durante este crítico 2020 y, sobre todo, los proyectos a futuro que promoverán programas para todo el país, incluyendo a Punta del Este.
Desde hace 61 años el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tiene relación con Uruguay. Y desde entonces ha apoyado una enorme cantidad de proyectos de los más diversos, centralizándose tanto en proyectos sociales como en productivos.
El foco del Banco siempre ha sido estar presente en todo el territorio uruguayo y no quedarse únicamente en Montevideo, incluyendo el Este. Luego de un año difícil como el que se está atravesando con la pandemia como tema único y prioritario, el BID ya está desarrollando una serie de programas para 2021, que incluyen diferentes y atractivos proyectos para la península.
Matías Bendersky es el Representante en Uruguay del BID. Luego de una larga trayectoria por varios países del mundo, este argentino que se siente rioplatense regresó a Sudamérica tras 22 años para ponerse al frente del desarrollo de los programas para esta nueva década.
Por supuesto, la pandemia cambió todo y hubo que repensar los planes que estaban previstos. Sin embargo, eso no hizo menguar el trabajo a futuro, los planes de 2021 en adelante. En charla con Punta del Este Internacional, Bendersky aseguró: «Este año fue difícil y también interesante. Hubo que cambiar la idea que teníamos debido a la pandemia».
«Por eso, nuestro objetivo fue apoyar a Uruguay en tres pilares fundamentales: la emergencia sanitaria, la contención social y la reactivación económica. Este año, el BID puso a disposición del país la cifra récord de 1.700 millones de dólares, respondiendo a la necesidad de inmediatez y liquidez. Pero este trabajo importante que hemos realizado no nos hizo dejar de lado los proyectos a futuro. En los años que vienen, ya sin pandemia, seguiremos apoyando al desarrollo del país como lo venimos haciendo”.
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Buena gestión de la crisis
Según un informe presentado recientemente por el BID, «en un contexto de crisis global, Uruguay es uno de los países que se destacaron por enfrentar este escenario extremadamente complejo con una política respaldada científicamente, enfocada en la “libertad responsable” de los individuos y en el sostenimiento de las poblaciones más vulnerables y de la actividad productiva. Uruguay se transformó en el primer país de la región en reabrir los centros educativos y pudo poner en funcionamiento un sistema de educación híbrido».
«Más aún, restableció la mayoría de las actividades productivas-comerciales bajo estrictos protocolos sanitarios y una política enfocada en mantener el distanciamiento físico sostenido».
Este enfoque dado por el gobierno uruguayo a la crisis hizo que de las 30 oficinas que el BID tiene en el mundo, la de Uruguay fuera la primera en volver a abrir. Y también fue el disparador para que el Banco ofreciera un apoyo constante y en diversos campos a la gestión de la crisis sanitaria.
«El BID ha acompañado en muchas de esas transformaciones positivas, que llevan a que Uruguay sea un ejemplo a seguir para otros países de la región».
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Liquidez
Algunas de las tareas de apoyo realizadas por el BID durante la pandemia tuvieron como eje la entrega de importantes recursos financieros y humanos, que acompañaron el esfuerzo del país por contener los efectos socioeconómicos y sanitarios de la pandemia e impulsaron iniciativas innovadoras del ecosistema emprendedor y de investigación. Así como también se asistió a las poblaciones vulnerables y se generaron políticas tendientes a enfrentar problemas sociales vinculados a la pandemia, como la violencia de género.
El BID, además, apoyó fuertemente en la emergencia sanitaria, en el sostenimiento de las PYMEs para mantener la economía en marcha.
Cuando la Ministra de Economía Azucena Arbeleche señaló que se debía mantener los motores de la economía prendidos y contar con la liquidez necesaria para sostenerla, la reacción del BID fue inmediata.
Apenas 13 días después de decretada la emergencia sanitaria, el trabajo conjunto del gobierno y del banco permitió a Uruguay acceder al primero de los tres desembolsos iniciales de créditos altamente líquidos, que totalizaron 1.050 millones de dólares entre marzo y abril de créditos altamente líquidos.
A estos desembolsos se sumó la aprobación en tiempo récord (30 días en lugar de los aproximadamente seis meses habituales) de un crédito de US$ 350 millones para el fortalecimiento de la política pública y gestión fiscal, que el país está en condiciones de utilizar cuando lo considere más conveniente. Esto es: un“seguro” que el Banco puso a disposición del gobierno a bajo costo.
Respiradores e insumos
Hubo una serie de campos estratégicos durante la pandemia donde el BID sumó su contribución a los esfuerzos del país. Entre los más importantes se puede señalar el incentivo económico para la fabricación nacional de kits de testeo, respiradores y otros insumos clave.
El desarrollo, tanto público como privado, de los sectores vinculados a la ciencia, la tecnología y la innovación, así como actores de la comunidad de startups, fue clave.
El BID, trabajando en conjunto con la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), subsidió la producción de varios insumos críticos. Debido a este trabajo realizado en tiempo récord, el Ministro de Salud, Daniel Salinas, dijo: «Convertir una adversidad en una ganancia es algo realmente desafiante y Uruguay ha estado a la altura».
Género, planes de estudio y teletrabajo
El tema de género no estuvo ausente entre los proyectos donde el BID se vio involucrado. La convivencia permanente que supuso el quedarse en la casa trajo aparejado un riesgo: la violencia doméstica. Las llamadas a la línea gratuita 0800 – 4141 que atiende el Instituto Nacional de las Mujeres y que se dedica a realizar consultas y orientación sobre la problemática aumentaron 80% en los dos primeros meses desde decretada la emergencia sanitaria.
El BID dio su apoyo financiero, a través del Ministerio del Interior, para incrementar el stock de tobilleras electrónicas en un 50 por ciento. De este modo, se pudo proteger a muchas potenciales víctimas al vigilar que el agresor no se acercara a ellas.
Desde antes de la pandemia, el Banco venía financiando antes de la pandemia plataformas de educación a distancia, apostando al desarrollo de tecnología enfocada en el sistema educativo y, gracias a ellas, fue posible darle continuidad a la educación en el país. En el caso del teletrabajo, previo a la pandemia sólo el 4 por ciento de los trabajadores activos lo hacía desde su casa.
Pocos días después de decretada la emergencia sanitaria, el porcentaje de teletrabajadores había trepado al 20 por ciento. Por eso, con el objetivo de intercambiar evidencia disponible, regulaciones en la región y retos, el BID organizó el 10 de junio un webinar llamado: “Teletrabajo en Uruguay: oportunidades y desafíos”.
El panel estuvo integrado por la directora del Área de Desarrollo Social de Equipos Consultores María Julia Acosta, quien presentó datos de la medición de la consultora sobre teletrabajo en el país. También participaron la especialista del BID Verónica Alaimo, la doctora en Derecho y Ciencias Sociales María Noel Chávez y la senadora del Partido Colorado Carmen Sanguinetti, quien presentó un proyecto de ley de regulación del teletrabajo.
Sectores vulnerables, emprendedores y PYMEs
El BID también apoyó la estrategia del gobierno de asistir a los sectores más vulnerables de la sociedad, otorgando un crédito al país de 125 millones de dólares para contribuir a asegurar niveles mínimos de calidad de vida de las personas más vulnerables. Los beneficiarios fueron más de 225 mil hogares incluidos en el programa de Tarjeta Uruguay Social o Asignaciones Familiares – Plan de Equidad, 280 mil personas que están recibiendo la Canasta de Emergencia Alimentaria y 120 mil trabajadores formales que están con seguro de desempleo.
Del mismo modo, desplegó una serie de acciones para la protección de las PYMEs con créditos que fueron de los 80 a los 500 millones de dólares, donde también se tuvo en cuenta a unas 15.000 MIPYME. En paralelo, el BID también implementó acciones para apoyar al ecosistema emprendedor.
El 21 de abril organizó un Mega Hangout latinoamericano denominado “Los ecosistemas emprendedores ante el Covid – 19: impactos y respuestas”. La instancia sirvió para intercambiar ideas con emprendedores de Latinoamérica, así como evaluar desafíos y necesidades comunes.
Arte y tecnología
Junto con la ANII, el BID también participó en la selección de iniciativas artísticas y creativas, con el objetivo de no dejar de lado a un sector muy importante en la vida cotidiana de cualquier sociedad. Y también trabajó con el gobierno en el apoyo a empresas de tecnología que presentaron soluciones innovadoras para hacer frente a la pandemia.
Si algo demostró la crisis sanitaria mundial es la necesidad de acelerar el proceso de incorporación de la tecnología como pieza clave para la definición de las políticas de salud. Para llevar adelante estos proyectos se utilizó una donación 425.000 dólares , contribución de BID Lab, que forma parte del Grupo BID.
Mirada 2021
El año se termina y, vacunas mediante, se espera que la pandemia comience a ser un mal sueño en 2021. Bendersky aseguró en la charla con Punta del Este Internacional que el BID ya está trazando planes para cuando se regrese a la normalidad.
«Para 2021 estamos armando una serie de programas para apoyar la digitalización de las PYMEs, programas de género y de nuevos talentos que generen un ecosistema de servicios de exportación que contengan valor agregado. También tenemos pensado trabajos de infraestructura, acompañando los programas del gobierno de agua y saneamiento. Eso a corto plazo. Y a mediano, a los próximos dos años, un programa de obras viales. Por supuesto, seguimos adelante con todos aquellos programas que se detuvieron a raíz de la pandemia. Tenemos también proyectos en biotecnología e innovación, apoyando iniciativas de la ANII, y otros de agricultura y de ganadería«, precisó.
Algunos de estos nuevos proyectos pensados para 2021 y también para más adelante incluyen a Punta del Este. Pero el Representante del BID no quiso detallar cuáles son.
Bendersky, quien además de tener que enfrentar la pandemia realizó este año un cambio muy importante en su vida personal al regresar al Río de la Plata después de vivir 22 años en el extranjero, cree que los desafíos que vienen son interesantes.
Dice: «Traje a vivir a mis hijos pre adolescentes a Uruguay. De este modo, tendrán una vida más parecida a la que tuve yo a esa edad. Eso también es un desafío para mí. Pero creo que se trata de un desafío enriquecedor. Lo mismo pienso sobre los nuevos planes del BID para el futuro de Uruguay. En estos 60 años de permanencia en el país, el Banco ha trabajado en temas innovadores y muchos de ellos comienzan en Uruguay y luego escalan al resto de la región. Hacia ese futuro apuntamos».
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