Bruce Lipton en Punta del Este: el poder de la epigenética para transformar la salud y el bienestar
Bruce Lipton, biólogo celular y autor de “La biología de la creencia”, llega a Punta del Este para participar en la Rewire Experience, un evento internacional sobre epigenética, longevidad y biohacking. En esta nota, el científico comparte sus descubrimientos sobre cómo el entorno y las percepciones humanas pueden cambiar la expresión genética y el impacto que esto tiene en nuestra calidad de vida.
Bruce Lipton, biólogo celular de renombre y autor del éxito editorial “La biología de la creencia”, se ha consolidado como una de las voces más influyentes en el campo de la epigenética. Esta disciplina, que en las últimas décadas ha revolucionado nuestra comprensión de la biología, investiga cómo las condiciones ambientales y las percepciones personales pueden modificar la actividad genética sin alterar la secuencia del ADN. Para Lipton, la importancia de este hallazgo radica en que ofrece a las personas un nuevo nivel de control sobre su salud, alejándonos de la noción de que estamos predestinados por nuestra genética.
El 25 y 26 de noviembre, Lipton llegará a Punta del Este como uno de los principales oradores de la primera edición de la Rewire Experience, un evento que reunirá a expertos internacionales en epigenética, longevidad y biohacking. Durante la conferencia, los participantes podrán conocer los avances más recientes en áreas como la nutrición, el manejo del estrés y las técnicas innovadoras para potenciar la mente y el cuerpo.
La epigenética muestra que los genes no determinan nuestro destino, sino que se activan o desactivan según las señales del entorno y nuestras creencias. Esto permite influir en la salud a través del manejo del estrés, una alimentación adecuada y emociones positivas”
Lipton detalla el impacto transformador de la epigenética en la vida cotidiana. “La epigenética es el estudio de cómo la expresión de los genes puede cambiar sin que cambie la estructura genética misma. Lo que hemos aprendido es que los genes no son el destino final de una persona. Si bien nacemos con un conjunto fijo de genes, estos se activan o se desactivan en función de las señales que reciben del entorno, incluidas las percepciones y creencias que cada individuo tiene”, explica Lipton. Para el científico, este nuevo paradigma significa que los pacientes pueden, mediante la gestión del estrés, la alimentación saludable y la generación de emociones positivas, influir activamente en su salud y bienestar.
Lipton también compartió la experiencia que cambió radicalmente su perspectiva científica. “Durante años, como científico tradicional y profesor de medicina, estaba convencido de que los genes controlaban completamente nuestro destino biológico. Enseñaba que éramos ‘víctimas’ de nuestra herencia genética y que poco podía hacerse para cambiar eso. Sin embargo, mientras estudiaba el comportamiento de las células en condiciones controladas, me encontré con algo asombroso: las células no respondían únicamente a su entorno físico, sino también a las señales químicas derivadas de las emociones y pensamientos del organismo. Fue un momento de revelación, tanto personal como científica”, recuerda.
Este descubrimiento llevó a Lipton a cuestionar las bases del determinismo genético. “Comprendí que las creencias pueden influir en el cuerpo hasta el nivel celular, y que la visión tradicional de que los genes dictan nuestro destino era demasiado limitada. Empecé a entender la biología no solo desde una perspectiva molecular, sino también teniendo en cuenta el poder de la mente y el entorno. Fue entonces cuando decidí dedicar mi vida a difundir el mensaje de que cada persona tiene un potencial inmenso para modificar su biología”, agrega el biólogo.
Uno de los temas más controvertidos que Lipton aborda es la creencia generalizada en la supremacía de la genética. “La medicina y la biología han sostenido durante décadas que nuestros genes son determinantes inamovibles. Esta idea, sin embargo, ha quedado obsoleta. La epigenética ha demostrado que los genes actúan en función de las señales que reciben del entorno y de la forma en que interpretamos ese entorno. Por eso, el tratamiento de las enfermedades debería tener en cuenta que las elecciones de los pacientes y sus percepciones pueden cambiar la expresión genética”, afirma. Según Lipton, este enfoque ofrece esperanza y herramientas prácticas para que las personas se empoderen y adopten un papel activo en la gestión de su salud.
Cuando se le pregunta por el impacto de la epigenética en enfermedades mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, Lipton se muestra optimista, pero también realista. “El cerebro tiene una capacidad asombrosa de reorganización llamada neuroplasticidad. Esto significa que las redes neuronales pueden cambiar y adaptarse en respuesta a nuevas experiencias, lo cual es fundamental para las personas con trastornos mentales. Sin embargo, no hablo de una cura mágica, sino de un proceso multidimensional que incluye tratamientos médicos, apoyo psicológico, mindfulness y prácticas que reduzcan el estrés. Estos enfoques pueden ayudar a crear patrones de pensamiento más saludables y mejorar la calidad de vida”, sostiene.
Antes creía que los genes controlaban nuestro destino biológico. Pero descubrí que las células responden también a las emociones y pensamientos. Las creencias pueden influir en el cuerpo a nivel celular, mostrando el poder del entorno y la mente
En cuanto al papel de la espiritualidad en la investigación científica, Lipton defiende su relevancia. “La ciencia ha evitado temas como la espiritualidad porque los considera subjetivos, pero la epigenética ha demostrado que creencias y prácticas espirituales pueden tener efectos biológicos medibles. Por ejemplo, la meditación y la oración pueden reducir el estrés, regular el sistema inmunológico y modificar la expresión genética. Estos hallazgos nos muestran que el cuerpo y la mente están profundamente conectados, y que nuestra biología se ve influenciada por nuestras percepciones y experiencias espirituales”, explica.
Lipton también reflexiona sobre las consecuencias del determinismo genético, una de las creencias científicas que considera más perjudiciales. “El paradigma del ‘determinismo genético’ ha hecho que la gente se sienta impotente, creyendo que su salud y sus comportamientos están predeterminados por su ADN. Esto ha desmotivado a las personas a hacer cambios en su vida. La epigenética, en cambio, ofrece una visión más esperanzadora: podemos influir en nuestra biología a través de nuestras elecciones y percepciones”, argumenta.
Por último, el biólogo describe cómo el entorno afecta al comportamiento celular. “El entorno de una célula incluye nutrientes, hormonas y otras señales químicas, pero en los seres humanos, también está formado por nuestras emociones y pensamientos. Nuestro cerebro traduce estas percepciones en señales químicas que afectan directamente a las células. Si una persona percibe constantemente peligro o estrés, su cuerpo responderá con hormonas que activan genes relacionados con la supervivencia. A largo plazo, esto puede predisponer a enfermedades. Por el contrario, un entorno seguro y positivo puede activar genes que promueven la reparación y el bienestar”, concluye.
Con su participación en la Rewire Experience, Bruce Lipton espera inspirar a las personas a descubrir el poder que tienen sobre su propia biología, recordando que somos más que simples víctimas de nuestro ADN.
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