

La creciente convicción de que diferentes regiones de Uruguay tienen el potencial para producir vinos extraordinarios, fue lo que inspiró a Familia Deicas en la búsqueda de nuevos orígenes específicos, capaces de lograr vinos únicos, irrepetibles y singulares.
El hallazgo de dicha búsqueda fue el potencial expresivo y diferencial de determinadas regiones tales como: Progreso – Canelones (viñedo adquirido en 1999), Garzón – Maldonado (viñedo adquirido en el año 2007), Sierra de Mahoma – San José y El Carmen – Durazno (estas últimas viñas fueron compradas en el año 2010).

