por: Marisol Nicoletti
A pocos kilómetros de Punta del Este, la Isla de Lobos ofrece una experiencia inolvidable: bucear junto a los maravillosos animales que componen su fauna.
Sumergirse en aguas cristalinas, ingresar a un mundo extraño, donde reina una paz profunda y sobrecogedora, donde los espectaculares lobos marinos son dueños absolutos del lugar. Esos son sólo algunos de los atractivos de bucear en las aguas de la Isla de Lobos.
Desde el mar, se puede observar su magnífico faro y las antiguas instalaciones de la empresa que faenaba lobos para quitarles su piel. Pero lo mejor de Isla de Lobos, está debajo de la superficie. Bucear en sus aguas es una experiencia inolvidable.
Los lobos marinos no son agresivos en el agua y bucear a su lado es participar de una coreografía muy especial, pocas veces vista. Está prohibido tocar a los especímenes, aunque nunca en décadas un lobo marino atacó a una persona en el agua. En la costa, en cambio, donde permanecen sus crías, los lobos marinos pueden ser agresivos. Se estima que anualmente nacen unos 35.000 lobos marinos y unos 1.000 leones marinos.
Hay varias escuelas y operadores de buceo que llevan a los visitantes hasta las aguas de la isla y proveen el equipo necesario para bucear. Incluso dan clases para los no iniciados. Después, sólo se trata de sumergirse y maravillarse con un mundo pletórico de una flora y una fauna únicas. Un espectáculo que no es comparable con ningún otro evento porque se es partícipe e invitado al mismo tiempo. Una de las inigualables ofrendas que brinda la naturaleza de Punta del Este a sus visitantes.