A solo dos kilómetros de la península de Punta del Este, la Isla Gorriti se fusiona con el Atlántico, mientras que la Isla de Lobos, ubicada a ocho kilómetros, emerge como un santuario natural de lobos marinos.
Isla Gorriti:
Historia y Misterio Antiguo leprosario del siglo XVIII, luego plaza fuerte y ahora museo arqueológico al aire libre, la Isla Gorriti guarda secretos de un pasado remoto. En 1975, investigaciones revelaron vestigios históricos que narran capítulos olvidados de la región, transformándola en un espacio de estudio y contemplación, donde la naturaleza y la historia se abrazan bajo el cielo del Atlántico.
Descubierta en 1516 por Juan Díaz de Solís, la Isla Gorriti ha visto pasar siglos de eventos que aún laten en
sus costas.
A finales del siglo XIX, tras un gran incendio que destruyó sus palmeras, la isla fue reforestada con pinos marítimos por iniciativa de Juan Gorlero, primer intendente de Maldonado. Isla Gorriti es, en cada rincón, una fusión de memoria y naturaleza que invita a revivir su historia en plena armonía con el entorno.
Isla de Lobos
La Isla de Lobos es la primera Área Marina Protegida de Uruguay.
La Isla de Lobos, ahora la primera Área
completamente océanica protegida de Uruguay, alberga un ecosistema de extraordinaria riqueza.
Declarada bajo el decreto del 22 de agosto de
2024, esta área no solo es el hogar de miles de lobos (Arctocephalus australis) y leones marinos (Otaria flavescens), sino que también acoge bancos de mejillones que sostienen decenas de especies de invertebrados, peces óseos, cartilaginosos, y arrecifes rocosos de hasta 30 m de profundidad.
El Faro de la Isla de Lobos, construido en 1906, se alza con una altura de 59 metros y cuenta con 240 escalones. Situada a 8,5 km de la costa, esta isla de 41 hectáreas ha sido declarada zona protegida. Es hogar de una de las mayores colonias de lobos marinos del mundo y destaca como un santuario natural que combina fauna marina, aves protegidas y vestigios históricos de lo que fueron las actividades de zafra de lobos, creando un espacio de gran valor ecológico y cultural.
Según el biólogo marino Andrés Milessi, la biodiversidad de estas aguas sigue siendo un misterio en gran parte. Recientes expediciones de National Geographic han revelado atunes desplazándose a más de 400 metros de profundidad, tiburones azules y peces luna que habitan alrededor de la isla. Además, los científicos han descubierto corales de aguas frías, un ecosistema desconocido que prospera sin luz solar, sustentado por las reacciones químicas en el talud continental. Este paso hacia la conservación no solo protege la fauna marina, sino que proyecta a Uruguay hacia el objetivo de preservar el 30% de sus aguas para 2030, honrando compromisos con la biodiversidad y el futuro del planeta.