El nacimiento del chivito en Uruguay

El nacimiento del chivito en Uruguay
El chivito, patrimonio vivo de la cultura nacional

De una improvisación en Punta del Este a símbolo gastronómico del Uruguay: el chivito, patrimonio vivo de la cultura nacional.

Un invento casual en el restaurante El Mejillón Bar en los años 40 dio origen al chivito, hoy símbolo de la gastronomía uruguaya y orgullo cultural. Desde Punta del Este, esta creación se transformó en patrimonio nacional y en emblema de hospitalidad.

El protagonista fue Antonio Carbonaro, dueño del histórico Mejillón Bar en Punta del Este. Una noche, ante el apuro de una clienta argentina y con «la cocina cerrada», improvisó un sándwich con carne de lomo en lugar de cabrito. Así nació el chivito, que con el tiempo se consagró como un ícono de la mesa uruguaya.

Antonio Carbonaro, dueño del histórico Mejillón Bar en Punta del Este

El contexto era vibrante: en la década de 1940, Punta del Este se consolidaba como destino exclusivo de veraneo. La ciudad recibía cada vez más turistas, y la demanda desbordaba la capacidad de hoteles y restaurantes. En ese escenario, El Mejillón Bar, inaugurado en 1944, fue pionero en abrir las 24 horas del día durante todo el año, convirtiéndose en punto de encuentro de visitantes y locales.

El chivito trascendió lo gastronómico. Representa la creatividad ante la urgencia, nació en un punto neurálgico del turismo regional y se convirtió en patrimonio cultural e intangible del Uruguay, así como el mate, el tango o el carnaval.

Esa identidad hoy también se celebra en el Festival del Chivito, impulsado por el Municipio de Punta del Este bajo la gestión del alcalde Javier Carvajal, que reúne historia, emprendedores, música y gastronomía en torno a este clásico nacional.

 

Antonio Carbonaro e hija